El pasado mes de marzo las Cortes de Aragón aprobaban la Ley 7/2023 para la implantación y el desarrollo de las tecnologías en la nube. Se trata de una norma pionera no solo en España, sino también a nivel europeo, que persigue acelerar la transformación digital en dicha Comunidad y promover un ecosistema empresarial innovador alrededor de estas tecnologías.

Tal y como establece la referida Ley, las tecnologías cloud suponen uno de los mayores avances tecnológicos, sociales y económicos de los últimos años, como elemento habilitador y democratizador del acceso a la innovación y a las tecnologías de la información más avanzadas. La denominada «tecnología en la nube» ha supuesto una verdadera revolución dentro del concepto de la informática tradicional. No se trata de una «innovación incremental», sino de una palanca transformadora en sí misma, que ha democratizado el acceso a tecnología puntera y al uso eficiente y creativo de los recursos que ofrece Internet. Una tecnología que resulta especialmente interesante para quienes no pueden disponer de un servicio tecnológico propio o en picos puntuales de uso.

La norma aragonesa distingue los tres tipos de cloud existentes:

a) Cloud o nube pública: infraestructura propiedad de un proveedor de servicios de tecnologías en la nube, que la administra y ofrece a través de Internet.

b) Cloud o nube privada: recursos informáticos que utiliza exclusivamente un ente privado o público y que pueden estar ubicados físicamente en su propio centro de datos u hospedados por un proveedor de servicios externo.

c) Cloud o nube híbrida: modelo que combina infraestructura local (o cloud privada) con cloud pública.

Las tecnologías cloud permiten ofrecer servicios de computación a través de Internet, siendo su característica más sobresaliente la facilidad de acceso a nuevas tecnologías que pueden ser rápidamente utilizadas en soluciones personalizadas. Se está convirtiendo en el estilo de diseño dominante para nuevas aplicaciones y la adaptación de una gran cantidad de aplicaciones ya existentes, lo que facilita  y flexibiliza los despliegues, tanto de infraestructuras como de herramientas y componentes para el desarrollo ágil de aplicaciones y servicios. Entre las principales ventajas del uso de la computación en la nube se encuentra el que se elimina las dependencias del hardware, además de facilitar, flexibilizar y agilizar todas las operaciones relacionadas con la infraestructura, permitiendo una homogeneización de los diseños y las soluciones, el pago por uso y la escalabilidad, así como potenciando la resiliencia de las soluciones desplegadas en este tipo de tecnología.

Aprobada la Ley, ahora toca el desarrollo: roadmap

Una de las primeras medidas a adoptar será la aprobación por acuerdo del Gobierno de Aragón de la Política cloud a aplicar en el sector público autonómico (ámbito al que en principio se circunscribe la aplicación la Ley). Dicha política constituirá el instrumento que, con carácter genérico, definirá los modos y tiempos para la puesta en marcha de las tecnologías cloud, determinando el tipo de estrategia cloud a aplicar, su implantación en los diversos ámbitos de la Administración y las fases para su realización, los órganos responsables para su aplicación, seguimiento y evaluación, previendo las modificaciones organizativas que han de aplicarse para ello, así como las medidas de difusión.

La Ley regula las condiciones para la obtención del certificado de homologación de cloud pública-SCCA (Solución Cloud Certificada de Aragón). Uno de los objetivos de este sistema de certificación es contar con una lista de prestadores de servicios de cloud respecto a los que haya quedado previamente acreditado que cumplen con los máximos niveles de seguridad de la información almacenada y en tránsito, que disponen de un alto sistema de análisis y gestión de los riesgos, que tienen las infraestructuras idóneas que aseguren minimizar el eventual impacto de incidentes de seguridad o que puedan comprometer la continuidad en la prestación del servicio, que cumplen con las disposiciones aplicables en materia de protección de datos y que cuentan con los mecanismos y dispositivos que permitan un máximo nivel de portabilidad e interoperabilidad de los datos y de los sistemas. En fechas próximas deberá publicarse la orden de la persona titular del departamento competente en materia de nuevas tecnologías que regule el procedimiento para el otorgamiento de la certificación cloud.

Otro de los instrumentos que se prevé poner a disposición del sector privado y del resto de Administraciones públicas es facilitar la definición técnica de soluciones para el impulso de las políticas de utilización de las tecnologías cloud dentro de sus organizaciones, mediante la elaboración de pliegos de prescripciones técnicas generales para su utilización en las licitaciones, guías, recomendaciones, cláusulas tipo, o documentos similares que puedan ser empleados por las personas usuarias y que se tengan como referencia a la hora de determinar el contenido de los contratos que suscriban en la materia.

Asimismo, en el marco de gobernanza de las tecnologías cloud, está previsto que la entidad Aragonesa de Servicios Telemáticos promueva la creación de entornos de pruebas seguros (sandbox) para tecnologías cloud que potencien la innovación, la colaboración entre proveedores y usuarios y la compartición de experiencias innovadoras, generando comunidad.

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